El proximo domingo comienza la temporada regular del baseball de grandes ligas y como anticipo a lo que sera esta gran temporada les brindo este articulo tomado de la pagina web del periodico El Espectador de Bogota en su pagina Web firmado por Antonio Andraus el pasado 17 de Marzo donde se brinda un panorama general de la liga americana la mas competitiva y dificil de la gran carpa :
La temporada del béisbol de las Grandes Ligas avanza hacia su
apertura de este 2014, con muchas opciones para las novenas en
contienda, y con pocos ganadores a la hora de la quema final en
septiembre venidero, dadas las características que ofrecen cada uno de
los 15 equipos que se disputarán, en principio, los títulos
divisionales, y al final, la corona de cada liga, que consagrará, con
todas las de la ley, al equipo que dispute la Serie Mundial por cada
circuito.
En esta nota, nos vamos a referir a los clubes de la
Liga Americana, cuando las puertas de los campos de entrenamientos,
siguen de par en par, y muchas cosas puedan variar de aquí al primer
choque entre dos equipos que abrirán la campaña, pero nuestras
consideraciones, se basan más que todo, en lo que hemos visto en las
nóminas y en los propios diamantes de preparación, sin dejar por detrás
de la puerta, el análisis de manera conjunta, de cada franquicia.
La competitiva zona Este
No
cabe la menor duda de que la división Este de la Liga Americana, una
vez más, debe ser la más reñida y la más complicada para los cinco
clubes en contienda, si nos atenemos a las nominas de las novenas.
Veamos
con tranquilidad dos cosas interesantes. Los Orioles de Baltimore van a
ser contendientes de tiempo completo. Los Rayas de Tampa volverán a ser
una novena de mucha fortaleza, porque su cuerpo de lanzadores lo
advierte con bastante solidez. Esa son, si duda alguna y bajo las
perspectivas normales del juego, las dos cosas interesantes para este
2014.
Empero, los Azulejos de Toronto, si alcanzan su juego
natural, normal, sin tantas lesiones y ausencias de sus titulares, deben
volver a dar la cara como un duro rival, esperándose que su cuerpo
abridores sea, dentro de lo posible, la cuota para transitar los seis
primeros episodios de cada compromiso.
Los Medias Rojas de Boston,
con su equipo casi intacto al que conquistó la Serie Mundial hace
apenas cinco meses, pues apenas salieron del registro cuatro de sus
peloteros de buen valor, debe ser el club a derrotar por el resto de los
rivales.
Y los Yanquis de Nueva York por su tradición y por lo
que ha logrado reunir en su nómina, deben ser nuevamente, un
contrincante de cuidado. No les quepa la menor duda.
Los Orioles
con Buck Showalter a la cabeza, tienen lo suficiente para pensar que en
esta ocasión pueden llegar más lejos, con la adquisición de Nelson Cruz
para ocupar un puesto en los jardines o hacer de bateador designado, y
de Ubaldo Jiménez, para completar su rotación abridora, sin conocerse si
Johan Santana, el valioso zurdo venezolano que ha tenido muchas
complicaciones de salud en los dos últimos años, estará disponible para
finalmente colocarse con su clase y talento, con todas las de la ley en
la loma de los sustos. Pero en la rotación aparecen como puntales,
además de Jiménez, Miguel González y Chris Tillman.
Los Rayas
seguirán por su camino de ganar series con tableros apretados, pero para
eso están sus lanzadores, rotación básica integrada por David Price,
Alex Cobb y Matt Moore, sorprendiendo cada día más con su calidad,
dominio y control, y por la forma en que Joe Maddon maneja sus cartas
sobre el terreno de juego.
Los Azulejos muestran sobre el papel,
un equipo homogéneo, que tiene con qué responder a las exigencias de la
temporada, pero que todo dependerá del comportamiento de sus titulares, y
de la responsabilidad que asuman a partir del momento en que John
Gibbons, así lo determine, con abridores que poseen profundidad y
experiencia para llevar al club a ser competitivo, como lo son R.A.
Dickey, Brandon Morron, Mark Buehrle y J.A. Happ.
Los Media Rojas
de Boston saben que su timonel, John Farrell, los guiará con la misma
disciplina, carácter y decisión que lo hizo en la campaña pasada, y que
todo dependerá de los que todos y cada uno de ellos, ofrezcan sobre los
diamantes. Tienen con qué repetir para ser ganadores del circuito, con
cuatro ases desde la lomita, como lo son Jon Lester, John Lackey, Clay
Buchholtz y Jake Peavy. Pero los partidos no se pueden ganar si no se
cuelga el último out de cada juego.
Finalmente, Joe Girardi, el
capataz de los Yanquis, tiene que lidiar a un contingente que ya no
contará con Mariano Rivera para cerrar los juegos; que Andy Petitte
colgó las zapatillas de juego y que Phil Hughes se fue a otra novena;
que Álex Rodríguez no está en la nómina; que Curtis Granderson salió de
la plantilla, y en fin, que han llegado cinco hombres que deben ser
titulares, como Jacoby Ellsbury, Carlos Beltrán, Kelly Johnson, Brian
Roberts y el receptor Brian McCann; que Masahiro Tanaka viene desde el
Japón a apoyar la capacidad de la rotación; que se espera que Michael
Pineda pueda, ¡por fin!, pertenecer al grupo de los abridores, y que los
demás, deben ganarse el puesto.
La rotación una vez más la
encabezará el zurdo C.C. Sabathia, y luego deben aparecer Hiroki Kuroda,
Masahiro Tanaka e Iván Nova, mientras se define el quinto abridor,
entre David Phelps y Michael Pineda.
¿Qué se puede anticipar de
los Yanquis? Que tiene una cara renovada, que las inversiones deben dar
resultado y que los ‘’Mulos’’ del Bronx, una vez más, serán rivales de
cuidado para la jornada.
En la Central
¿Serán
los Tigres de Detroit, sin Jim Leyland, la novena a derrotar en la
división? El mando estará a cargo del novato Brad Ausmus, que es por
donde, según los expertos, puede haber decepciones, pero nosotros le
damos el beneficio de la duda, hasta no verlo dirigir.
Ausmus
tiene todo el plantel que luchó por ganar la liga pero al final de
cuentas, se quedó. Y con la lujosa nómina abridora, con Justin
Verlander, el venezolano Aníbal Sánchez, Max Scherzer, Drew Smyly y Rick
Porcello, debe responder y con creces. La ausencia notoria de Prince
Fielder y la salida de Johnny Peralta, no pueden ser la debacle para la
novena, porque para eso llegaron Ian Kinsker y el relevista Joba
Chamberlain.
Nadie puede olvidar en estos momentos, que los Indios
de Cleveland, con el veterano Terry Francona comandando el grupo, el
mismo que guió a los Medias Rojas a dos coronas de Serie Mundial en lo
que va de este siglo, pueden hacer cambiar la ruta ganadora y volver a
disputar, juego a juego, la corona de la división.
La tribu con
Justin Masterson, Corey Kluber, Danny Salazar y Zach McAllister, pueden
apuntarse muchas victorias desde el comienzo de los juegos, si la divisa
vuelve a encontrar, como ocurrió el año pasado, la forma de descifrar a
los lanzadores rivales y despachar incogibles por todos los rincones
del diamante.
Los Reales necesitan que la novena, de manera
eficaz, produzca carreras en los momentos cruciales, algo que les ha
sido esquivo en partidos claves. Y lo bueno de todo, es que tienen con
qué hacerlo, de acuerdo con las proyecciones de su capataz, Ned Yost, y
una pieza valiosa que puede contribuir enormemente a causa, es el
receptor venezolano Salvador Pérez, quien además de ser muy bueno detrás
del pentágono, le puede dar el punto de apoyo que necesita el club a la
ofensiva.
Yost contará como abridores con James Shields, Jeremy
Guthrie, Jason Vargas, Bruce Chen y Yordano Ventura, todos de excelente
calidad. Pero la ofensiva es la que tendrá que ser más puntual y
oportuna en esta nueva temporada.
Los Mellizos tienen los
diamantes suficientes para brillar de un momento a otro que, a lo mejor,
podría ser en esta temporada. Por lo menos, Ron Gandenhire, el gran
estratega de la novena, confía en que sus muchachos este año puedan
rendir lo suficiente como para ser dignos contendientes en la zona, con
Joe Mauer a la cabeza y la rotación con los brazos de Kevin Correia,
Ricky Nolasco, Phil Hughes y Mike Pelfrey.
Y los Medias Blancas de
Chicago, bajo el mando de Robin Ventura, deben cambiar de panorama,
buscando competir con más solidez en el grupo. Y no es que los pupilos
de Ventura no sean lo suficientemente capaces para diseñar la vía que
los conduzca a la victoria, sino que ciertamente el año pasado, no
encontraron esa ruta triunfadora, que los alejó de las grandes opciones,
para volver a ser el club que se metiera, de tu a tú, en la lucha por
la corona divisional, cuando muchos de los encuentros que estaban
ganados, en el tránsito hacia la fase final de los tres últimos
episodios, no hubo un cuerpo de relevistas que soportara el ataque de
los rivales.
Ventura espera que sus abridores, Chris Sale, el
colombiano José Quintana, John Danks, Eric Johnson y André Rienzo,
vuelvan a contar con su verdadera capacidad de juego exhibido hasta el
momento, confiando en que la novena reaccionará en los tramos del cierre
para asegurar los triunfos.
Los Tigres son favoritos, pero los
Indios están al acecho, exhibiendo una capacidad de juego que, si es
como lo que hicieron en la ruta final del 2013, muchas cosas buenas
pueden cosechar.
En el Oeste
Seamos francos
con este división, Los Vigilantes de Texas tienen qué trabajar
arduamente antes de que sea demasiado tarde en la temporada de este
2014.
Los Angelinos de California y los Atléticos de Oakland,
están empeñados en vender caras sus derrotas; mientras que poco se
espera de los alicaídos Astros de Houston para la campaña, cuya
reconstrucción debe ofrecer frutos en un par de años; y los Marineros de
Seattle, a pesar de la llegada de Robinson Cano procedente de los
Yanquis, no ofrecen una garantía de altos quilates competitivos, aun
cuando pueden conseguir victorias que trunquen muchas ilusiones a sus
rivales del sector, a la hora de recoger los bates en septiembre
venidero.
Los Vigilantes saben, y están en los cierto, que no
pueden descuidarse en ningún momento, y esa parte es una cartilla ya
aprendida por el capataz del equipo, Ron Washington, quien espera que
sus muchachos se mantengan en la tónica ganadora, que les ha permitido
llegar a la conquista de la división, con cuatro abridores que se las
traen, como lo son el japonés Yu Darvish, Martín Pérez, Alexi Ogando y
Matt Garrison.
Los Angelinos de Mike Scioscia, tiene por qué tener
razones suficientes para albergar con optimismo esta nueva jornada,
sobre todo, porque Albert Pujols parece que está en salud, que John
Hamilton es una buena punta de lanza a la ofensiva, y que el veterano de
mil batallas, Raul Ibáñez, puede ser la diferencia en los momentos
cruciales, si la rotación abridora se muestra con la capacidad y
profundidad que necesita la novena, en los brazos de Jered Weaver, C.J.
Wilson, Héctor Santiago y Joe Blanton, sin dejar por fuera las opciones
de Garred Richards, Tyler Skaggs y Matt Shoemaker, que en cualquier
momento, según las necesidades, puedan acudir a la rotación.
Y los
Atléticos con algunas variantes en su nómina, no muchas de alto perfil,
tienen las apuestas a su favor, por la forma en que, explotando sus
capacidades de juego, logran que su grupo mantenga siempre la esperanza
de estar una vez más en el camino que los conduzca a la disputa de la
corona del Oeste, sin que cuenten a su favor con el handicap como
ganador absoluto, algo que por el momento no preocupa a su estratega,
Bob Melvin, porque sabe que si la nómina se mantiene en condiciones
físicas, todo puede serles favorables, y podrían cantar victoria al
concluir la campaña.
Jarrod Parker, Scott Kazmir, Sony Gray y A.J.
Griffin, deben marcar la gran diferencia en la apertura de los juegos
frente a los más encopetados rivales que deben aparecer durante la
prolongada ruta de la temporada.
Los Astros, por su lado, tienen
pocas pretensiones para la campaña de este 2014, pero están construyendo
para el futuro, una novena competitiva, que vuelva más cerrada la
división, tal como lo advierte su timonel general, Bo Porter, quien
sostiene que a pesar de todo, con su grupo de lanzadores abridores, que
cuenta con Scott Feldman, Brett Oberholztzer, Jarred Cosart y Brad
Peacok, mejoren en juegos ganados y perdidos.
Finalmente, los
Marineros, pese a la contratación de Robinson Cano, como ya anotamos, y
de contar con el astro venezolano de las serpentinas, Félix Hernández,
difícilmente Lloyd McClendon, su capataz general, pueda cambiar los
números que el equipo ha ofrecido en las ultimas campañas. Desde luego,
que detrás de Hernández aparecen nombres de valía como el japonés
Hisashi Iwakuma, Erasmo Ramírez y James Paxton, pero ese puñado de
jugadores, creemos nosotros, no harán la gran diferencia en la zona.
La pregunta del millón
Como
se mantiene la norma de los cinco grandes finalistas, que se suman con
los tres ganadores de los sectores más los dos comodines, digamos que la
pregunta del millón, como cuota inicial, es señalar por lo menos a seis
equipos para esa cita por la final de la liga.
Y de esa media docena, debe resultar el gran campeón, que dispute la Serie Mundial, con el ganador de la Liga Nacional.
Como
somos atrevidos, y que nos perdonen los entendidos, digamos de una vez
que los seis finalistas en la Liga Americana, deben ser:
Los
Medias Rojas de Boston, los Indios de Cleveland, los Angelinos de
California, los Yanquis de Nueva York, los Vigilantes de Texas y los
Orioles de Baltimore.
¡Dios quiera que no estemos equivocados,
como casi siempre ocurre, cuando se nos da por anticiparnos a los
verdaderos resultados!
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