CHAMPIONS (SEMIS, VUELTA) | REAL MADRID - BAYERN
Otra vez lo que pasa siempre
El Madrid vuelve a hacerlo: remonta ante el Bayern con dos goles de Joselu en los minutos 88 y 91 y estará en Wembley. Polémica final por un error de protocolo arbitral. Recital de Vinicius.
Neuer y el palo
Con todo, el Madrid presionaba la salida del Bayern con mayor ambición de lo habitual. Eso metió en el partido a un público que en días así cuelga la exigencia y se pone la bufanda. Con Kroos como lanzadera fue encogiendo al once alemán, acortándole las posesiones, quitándole el balón, en definitiva, y amenazándole en el último tercio.
Antes del primer cuarto de hora tuvo el gol Vinicius. Soltó un remate cruzado ya muy dentro del área que devolvió el palo. El rechace le cayó a Rodrygo, pero el Neuer de los mejores días puso su mano derecha a un disparo poco preciso. La colocación es lo último que pierde un portero veterano. El Madrid sacaba partido, en aquella fase, de la posición fronteriza de Bellingham, incómodo para los dos mediocentros de Tuchel, fuera del alcance de los centrales. Ese es su sitio. Lo de goleador ha sido una impostura necesaria.
A la media hora de juego el Bayern perdió a Gnabry, que ha pasado un calvario esta temporada, y al partido llegó Davies, zurdo anfibio: mitad lateral, mitad extremo. Su llegada coincidió con una volea tremenda de Kane que Lunin sacó con las uñas. No hay nueve más clásico, casi antiguo, que el inglés. Él prueba que valen lo mismo los goles libres de tatuajes y celebraciones marcianas.
El Madrid mandaba, era superior, pero arriesgaba poco, consciente de que los alemanes nunca están dormidos, sino emboscados. Tenía los dos avisos previos clavados en el subconsciente. El Bayern siempre es el Bayern, aunque lo disimule. Esa es una de sus trampas.
Solo Vinicius rompía ese clima de prudencia extrema. Con él no va ese fútbol de mantenimiento. Probó una y otra vez por la izquierda, donde a menudo le esperó De Ligt, que para su desdicha no fue el Kim de la ida. Muy cerca del descanso soltó un centro que derivó en medio chut cruzado adivinado por Neuer.
El vendaval Joselu
La segunda mitad trajo dos novedades, luz y sombra. Vinicius comenzó a dejar de piedra a Kimmich, poco lateral para tanto extremo, y el Bayern tuvo más la pelota y le dio más aire. El resultado fue una ocasión por cabeza. Dier frustró la de Valverde, Carvajal la de Davies. Vencido a la izquierda, Vinicius era un vendaval al que se subió el Bernabéu. A otro centro suyo puso un remate cruzado Rodrygo que rondó el palo. El brasileño repitió después de golpe franco y encontró, de nuevo, la mano de hierro de Neuer. Y sin tiempo para reponerse, el meta hizo la parada de la noche a Vinicius, que bordeó el área hasta encontrar el boquete. El Bayern era víctima de ese terremoto que rompe cinturas o la barrera del sonido, según los casos, pero los alemanes son leyenda por su resistencia y su perseverancia.
Dominados, al borde del abismo, mandaron un balón a Davies, que entró en área, le sacó un metro a Rüdiger y metió un derechazo imparable para Lunin. Su pierna mala resultó magnífica. Un tanto con guasa.
El Madrid respondió de inmediato, pero Marciniak anuló el autogol del propio de Davies por falta previa de Nacho a Kimmich. Existió. Tuchel metió entonces un tercer central para doblar la guardia sobre Vinicius. El brasileño tuvo la penúltima; no acertó con el bote pronto. Pero al Madrid le quedaba la última. Siempre le queda. Se la regaló Neuer, de héroe a maldito en un segundo: rechazó un balón en tiro inocente del propio Vinicius y ahí estaba Joselu para hacérselo pagar. Y tres minutos después, con el Madrid en trance, Rüdiger cazó un centro en el segundo palo, lo mandó al área pequeña y repitió Joselu. Lo anuló el línea y lo validó el VAR. Tuchel ya había retirado para entonces a los mejores (Sané, Musiala, Kane). Conoce poco este estadio, conoce poco al Madrid. Aún quedó suspense. De Ligt anotó el posible 2-2 un segundo después de que sonara el silbato de Marciniak por un fuera de juego discutible señalado por el línea. Colegiado y auxiliar se saltaron el protocolo, pero no debe servirle de excusa para el Bayern: meta y defensa blancos ya estaban de piernas caídas tras el pitido. En este estadio pasan cosas, dice a menudo Butragueño para no explicar lo inexplicable. Lo increíble es que pasan siempre.
FUENTE: https://as.com/futbol/champions/el-milagro-eterno-n/
Dortmund mostró coraje en Paris, dio el golpe ante PSG y es finalista de la UEFA Champions League
En el centro del campo, Vitinha, el mejor jugador de PSG, tuvo varios momentos de lucidez, aunque se lo vio muy solo en su tarea de conectar con los atacantes. Fabián Ruiz y Warren Zaire-Emery no tuvieron una buena noche y el equipo lo sufrió. Dortmund trabajó bien en la zona media, gracias al criterio de Emre Can y Marcel Sabitzer.
A PSG le faltó rebeldía primero y contundencia después para superar el buen planteo visitante. En el primer tiempo, tuvo la pelota e intentó con paciencia, pero solo mostró fiereza para ir a buscar el triunfo después del gol de Hummels, sobre todo a partir de los desbordes de Dembélé. Gonçalo Ramos pasó casi desapercidido el tiempo que estuvo en la cancha.
Dortmund se llevó lo que fue a buscar a Paris: la clasificación histórica a su tercera final de Champions. Por inteligencia y valentía ganó la serie con justicia y le dio otro golpe duro a un PSG que ni siquiera con Mbappé pudo ganar la Orejona deseada.
FUENTE: https://www.espn.com.co/futbol/champions-league/nota/_/id/13618303/dortmund-mostro-coraje-paris-dio-golpe-psg-y-es-finalista
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